Resistencia y salud vegetal
Después del oxígeno, el silicio es el elemento más abundante en la corteza terrestre y desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Aunque no es considerado un nutriente esencial, se ha demostrado que el silicio proporciona numerosos beneficios, especialmente en condiciones de estrés.
Las plantas absorben el silicio principalmente en forma del ácido silícico monomérico presente en el suelo. La concentración de silicio varía según la especie, pero oscila entre el 0,1% y el 10% en peso seco de las plantas.
Uno de los beneficios más destacados del silicio es su capacidad para mejorar la resistencia de las plantas frente a plagas y enfermedades. El silicio fortalece su sistema epidérmico, formando una capa protectora bajo la cutícula, lo que dificulta el acceso de los patógenos al interior de esta. Además, estimula la producción de enzimas de defensa y compuestos supresores de enfermedades.
Asimismo, contribuye a aumentar la fotosíntesis, lo que se traduce en un mayor rendimiento y calidad de los cultivos. También ayuda a mantener un mejor equilibrio de nutrientes, lo que favorece su crecimiento y desarrollo saludable.
En condiciones de estrés abiótico, como la sequía, el silicio desempeña un papel importante en la mejora de la tolerancia de las plantas. La acumulación de silicio bajo la cutícula reduce la tasa de transpiración, lo que permite que conserven agua y sean más resistentes a la sequía. Además, el silicio mejora la estabilidad de las membranas celulares y estimula la producción de antioxidantes y proteínas de choque térmico, lo cual las ayuda a resistir el estrés por temperaturas extremas.
Otro beneficio es su capacidad para aliviar la toxicidad por metales pesados. A su vez, el silicio reduce la absorción y acumulación de sodio, lo cual es especialmente beneficioso en condiciones de salinidad, donde altas concentraciones de sodio pueden afectar negativamente el metabolismo de las plantas.
En cuanto a su aplicación, puede ser administrado al suelo directamente o mediante pulverizaciones foliares. Se ha observado que las aplicaciones foliares también son efectivas para controlar enfermedades como el oídio en diversos cultivos.
En resumen, el silicio juega un papel crucial en el desarrollo y bienestar de las plantas, y su uso debiera considerarse para ver tanto el crecimiento saludable como la producción de los cultivos incrementados.