Fitocannabinoides – Factores abióticos clave en su producción

Se sabe que el cannabis contiene más de 120 fitocannabinoides diferentes. Estos preciados compuestos son responsables de los efectos terapéuticos y psicoactivos asociados a nuestros preciosos cultivos… El cannabidiol (CBD) y el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) son los fitocannabinoides más conocidos y estudiados. El CBD se ha relacionado con propiedades analgésicas, antiinflamatorias y ansiolíticas, sin producir efectos psicoactivos significativos. Mientras el THC, nuestro maestro de la expansión, es el principal responsable de los efectos psicoactivos. Otros fitocannabinoides como el cannabigerol (CBG), el ácido cannabidiólico (CBDA) y la cannabivarina (CBV), entre otros, también han despertado interés en la comunidad científica debido a sus posibles propiedades terapéuticas.

 

Los fitocannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo humano, el cual desempeña un papel crucial en la regulación de diversas funciones fisiológicas. A medida que la investigación continúa, se espera que se descubran más beneficios y aplicaciones en el campo de la medicina y la salud. En este artículo, puntualizaremos los factores más relevantes que influencian la producción de estos ambicionados subproductos:

 

La genética

Algunas variedades tienen una producción naturalmente alta de fitocannabinoides, mientras que otras tienen una producción más baja. Aunque muchos cultivadores de cannabis prefieren cepas con niveles elevados de THC, existen variedades con niveles medios, pero con perfiles más altos en otros fitocannabinoides que pueden ofrecer un máximo disfrute sin comprometer la experiencia.

La luz

Tanto la intensidad como la calidad de la luz han demostrado ser factores cruciales que afectan la producción de fitocannabinoides . En general, es recomendable una intensidad de luz de al menos 600-1000 µmol/m²/s durante la fase de floración, por ejemplo.

Temperatura y altitud

La temperatura ambiental y la altitud pueden afectar el perfil y la concentración de fitocannabinoides. Investigadores y cultivadores experimentados han observado que una temperatura en el rango de 20-30 °C puede ser beneficiosa; sin embargo, esto puede variar entre genéticas y estadios de crecimiento.

En cuanto a la altitud, un factor que no siempre se puede controlar, algunos investigadores han observado que las plantas cultivadas a mayor altitud pueden presentar una mayor producción de terpenos y un aumento en la concentración de ciertos fitocannabinoides como CBDA, CBCA y CBGA.

 

 

 

 

Concentración de CO2

El dióxido de carbono (CO2) es uno de los factores más relevantes. Por ejemplo, existen reportes donde la exposición a una concentración de CO2 de 1.200 ppm aumentó significativamente la concentración de THC.

Disponibilidad del agua

La disponibilidad de agua, la frecuencia de riego y el estrés hídrico controlado pueden influir en la producción de fitocannabinoides. En general, para potenciar su producción, se recomienda utilizar agua con un pH equilibrado entre 6 y 7, de manera que se garantice una absorción de nutrientes óptima y evitar la presencia de contaminantes indeseables como metales pesados, cloro o pesticidas. En todo caso, optemos por agua filtrada y declorada, de baja conductividad eléctrica. Y muy importante: ¡No descuidar un riego apropiado!

Disponibilidad de nutrientes

Una provisión constante de nutrientes esenciales como el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K) son la clave para producir flores de calidad. La cantidad y el equilibrio adecuado de estos nutrientes durante la fase de floración puede aumentar la producción de fitocannabinoides.

En un experimento donde se indujo a las plantas de cannabis a una deficiencia de nitrógeno y fósforo, los pesos frescos vegetativos aéreos se redujeron en un 73% y un 59%, respectivamente. Este dato da cuenta sobre el grado de importancia de una nutrición óptima.

 

Por supuesto, la nutrición va más allá de simplemente el N-P-K, como es el caso de los fertilizantes sintéticos. Si bien estos macronutrientes son vitales, el mundo orgánico ofrece una gama diversa de bioestimulantes vegetales, microorganismos beneficiosos, fitohormonas, aminoácidos, etc. Estos elementos, no solo complementan el N-P-K, sino que también juegan un papel fundamental en la nutrición de la planta, lo que a su vez incide en el aroma y sabor de las flores.

 

En el fascinante mundo del cannabis, comprender y aprovechar estos factores se convierte en la clave maestra para cultivadores que buscan la perfección y consumidores que anhelan la excelencia. Equilibrar estos factores, y así, desencadenar el máximo potencial de las plantas, es el secreto compartido entre aquellos que buscan no solo cultivar, sino también experimentar la esencia del cannabis…